Ceremonia XXIII: LOS RECUERDOS
…Los recuerdos
tienen nombres propios y etéreos, son como los sueños que dejaron un intenso
rastro al despertar: no se les puede seguir. Su presencia se evapora en el
espacio y cada vez que quieres atraparlos se alejan un poco más. Impregnan el
entorno con un aroma dulce a corteza de naranja recién cortada, se pegan a los
dedos de las manos en una finísima capa transparente. Con el paso del tiempo se
incrustan en la piel y quedan ocultos a las sensaciones del tacto y del olfato.
Hasta que un día de nostalgias recurrentes emanan entre los poros y se dispersan
arrastrados por un viento suave que te envuelve y te va llevando. Te sumerge en
el pozo de su círculo cerrado y remueve los sentimientos anegados por el
lodo de la experiencia…
Fragmento
del libro La voz interior
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