Ceremonia XXIV: MARCHA A LA LAGUNA DE LOS CABALLEROS
…Tengo que volver, introducirme en
sus aguas heladas, descubrir el devenir de los próximos tres lustros o si el
reflejo me devolverá una imagen más cercana. Tengo que probar el tacto de su
voz silenciosa. Aguas vírgenes de nieves derretidas, habitadas por seres
desnudos y batracios puros. Aguas tocadas por la tempestad, cubiertas por el
cielo azul de la calma. Aguas que se beben los riachuelos que bajan hasta el
valle, esa misma agua que se retiene en las pozas como oasis de frescura…
Fragmento
del libro La voz interior
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