viernes, 27 de abril de 2007

Ceremonia II - CITAS DE DESPEDIDA

Mirador de la Encina, Villabañez (Valladolid)


A pie de la sombra de la gran encina, en este mirador al que da nombre, se ve una amplia panorámica del Valle de Esgueva, de frente la población de Villabañez. A la izquierda, más alejados se divisan otros núcleos habitados.

Nos encontramos con este paraje al tomar aleatoriamente uno de los caminos que se nos presentan cuando vamos a pasear por el campo. Su peculiar situación rompe con la monotonía del entorno y nos acerca una perspectiva aérea de lejana profundidad.

La subida, aunque empinada en los tramos finales, para llegar a los 813 m. de altitud es fácil y agradable por la vegetación colindante, sobre todo pino de repoblación.

Este lugar fue elegido en 2003 por los amigos de un cicloturista fallecido, para colocar una placa como homenaje. En 2006, la familia de M.A.G.V. puso una lápida para recordarlo. Lecturas al Viento quiere mantener aquí su presencia con la ceremonia segunda de este libro.



Ceremonia II: CITAS DE DESPEDIDA


…Queremos que se conozca nuestra voz, ser anónimos rapsodas de sentimientos, de sensaciones y experiencias personales o de ficción; queremos soñar vivencias plenas, mundos compactos, entregarnos a la plenitud de la imaginación, arrojar las palabras por los espacios abiertos, que el viento las arrastre como aves que surcan el cielo dejándose llevar por las corrientes, desperdigándose por el campo, por las calles de los pueblos y las aceras de la ciudad, impregnando su lecho con el aliento fresco de los versos.

Su esencia queda enterrada en parajes singulares, alejados del ritmo frenético, durmiendo bajo el cielo y el manto púrpura de las estrellas. Pasarán las estaciones, el frío, el calor, la lluvia, las tormentas, la tempestad, pasarán por encima caminantes infatigables hacia los cuatro puntos cardinales. Aquí dejamos una parte de nosotros, un pedazo del corazón latiendo libre, viviendo intensamente, mimetizado en la naturaleza. Si no se destruye estaremos presentes en el tiempo, seremos eternos, porque nuestra obra y nuestro aliento permanecerán.


Si alguna vez te detienes en algún lugar y sientes un rumor suave y enigmático, un escalofrío que te recorre el cuerpo entero, es probable que estés cerca de un mensaje de Lecturas al Viento. Guarda silencio y escucha. Descúbrelo porque está esperando el momento de volver a volar…


Fragmento del libro La voz interior.



Fotografías

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