I - Paseos por Santa Eufemia

Casa Zalengas, Villafrechós (Valladolid)

II - Citas de despedida

Mirador de la Encina, Villabañez (Valladolid)

III - Homenaje a mis padres

Parque de la Fuente el Sol (Valladolid)

IV - Circuito de carrera

Pina de Antequera (Valladolid)

V - El mar de Machado

Teso de Almenara, Villabrágima (Valladolid)

VI - El espacio propio

Monte el Cueto, Castrodeza (Valladolid)

XVIII - Hipótesis de la mirada

Ermita de Nuestra Señora de los Perales, Velliza (Valladolid)

XIX - Al cruzar la calle

Ermita de el Viso, Monterrubio de la Armuña (Salamanca)

Alberto Asenjo Orive: La Voz Interior

• Lecturas al Viento es un método diferente de difundir y motivar a la lectura. Compagina el placer de leer con aspectos como el excursionismo, la consolidación de patrimonio civil, militar y religioso, el respeto y admiración por la naturaleza, la repoblación forestal, las alternativas del ocio, la proliferación de recursos turísticos, las relaciones sociales, el ejercicio físico, el juego de pistas, la permanencia en el tiempo y la trascendencia vital, entre otros.

• Lecturas al Viento son escritos, cada uno de ellos es independiente temática y físicamente, en la primera fase de esta iniciativa, hasta que se convierte en un libro convencional. Esto sucede, para cada lector, cuando ha reunido todas las claves que guardan las hojas con los textos y que le posibilitan acceder al libro completo.

• Para acercarse a esta obra se necesita tiempo y verdadera voluntad. Cada parte requiere ser leída en días distintos, porque de una lectura a otra puede haber una separación de varios kilómetros, cuando no de unos cientos.

• En Castilla y León, y sobre todo en el provincia de Valladolid, se concentran la mayoría de los 30 escritos que forman esta primera entrega: La Voz Interior, pero también los hay en Andalucía, Castilla la Mancha y Madrid.

lunes, 25 de junio de 2007

Ceremonia III - HOMENAJE A MIS PADRES




La era cuaternaria se quedaría sorprendida si supiera que los geólogos de hoy han sido capaces de determinar que la erosión de la Fuente el Sol comenzó en esa época, hace unos 2 millones de años, se formaron terrazas fluviales debido al arrastre del agua en los páramos, su acuífero formó arroyos y manantiales. En 1603 se canalizó el agua.

La Fuente el Sol es un área de esparcimiento de 61 Ha. desde hace años, en los 70 estaba en auge, luego vino la decadencia y el abandono. En el año 2003 la Escuela Taller de Empleo Municipal lo rehabilitó parcialmente. Para este año 2008 está proyectada una remodelación total. La actuación contempla la plantación de unos 8000 árboles.

José Antonio García Alfonso en un excelente trabajo “La Fuente el Sol, ¿sólo un parque?”, relaciona sus recursos naturales. Dice que este parque forestal periurbano es un bosque mixto con pino piñonero y frondosa. En la zona de vega crecen fresnos, chopos y quejigos. Entre las especies alóctonas destaca el ciprés común y el de Monterrey, pino carrasco, falsas acacias, plátanos, chopos y álamos. En cuanto a especies autóctonas señalar las espinosas como el espino albar, el rosal silvestre, la zarzamora y la hiedra. En las laderas soleadas nos encontramos con lino del monte, salvia, candilera, chucarro blanco, tomillo salsero, té de páramo, hierba de las 7 sangrías, la flor de la abeja, menta de burro, junco churrero.


En este vergel, hoy descuidado, podemos observar aves como el ruiseñor, el agateador, el pito real, el pico picapinos, golondrinas, aviones, vencejos, ánades reales, la bisbita, el petirrojo, el lugano, el zorzal, el piquituerto y el reyezuelo listado. Vertebrados como la liebre ibérica, el conejo y el sapo. Reptiles entre ellos la lagartija y culebra bastarda y unos crustáceos similares a gambas minúsculas


Aquí se inicia el sendero GR-26 (Valladolid), un lugar para pasear, para meditar, para disfrutar de las vistas de la ciudad y para buscar un rincón donde leer y arrojar las lecturas al viento.


Ceremonia III: HOMENAJE A MIS PADRES

…Mientras observo la ciudad desde lo alto de la Fuente el Sol, me vienen a la memoria recuerdos de aquellas épocas, distingo a pesar del profundo cambio experimentado, las calles por donde caminaba, los lugares donde jugaba y vislumbro los rincones oscuros donde nos llevaban los encuentros furtivos: todo se parece y nada es, irremediablemente, igual. Si cierro los ojos puedo avanzar a ciegas hasta mi infancia, recorrer el patio del colegio Gonzalo de Córdoba y verme allí, solitario, observando el desfile de hormigas bajo mis pies; aventurarme en la adolescencia, penetrar en el rubor de mis mejillas, acosado por la timidez y la fantasía. De mi juventud os presento un brote de romanticismo becqueriano y de tragedia vitalista, y del inicio a la madurez el descubrimiento de la realidad bajo la sombra protectora de la inquietud y la esperanza. Mis padres siguen allí, algunos de mis hermanos y de mis amigos hace tiempo que encontraron el sentido de lo cotidiano lejos de Valladolid, otros duermen en paraísos que flotan en el cielo…

Fragmento del libro La voz interior.