I - Paseos por Santa Eufemia

Casa Zalengas, Villafrechós (Valladolid)

II - Citas de despedida

Mirador de la Encina, Villabañez (Valladolid)

III - Homenaje a mis padres

Parque de la Fuente el Sol (Valladolid)

IV - Circuito de carrera

Pina de Antequera (Valladolid)

V - El mar de Machado

Teso de Almenara, Villabrágima (Valladolid)

VI - El espacio propio

Monte el Cueto, Castrodeza (Valladolid)

XVIII - Hipótesis de la mirada

Ermita de Nuestra Señora de los Perales, Velliza (Valladolid)

XIX - Al cruzar la calle

Ermita de el Viso, Monterrubio de la Armuña (Salamanca)

Alberto Asenjo Orive: La Voz Interior

• Lecturas al Viento es un método diferente de difundir y motivar a la lectura. Compagina el placer de leer con aspectos como el excursionismo, la consolidación de patrimonio civil, militar y religioso, el respeto y admiración por la naturaleza, la repoblación forestal, las alternativas del ocio, la proliferación de recursos turísticos, las relaciones sociales, el ejercicio físico, el juego de pistas, la permanencia en el tiempo y la trascendencia vital, entre otros.

• Lecturas al Viento son escritos, cada uno de ellos es independiente temática y físicamente, en la primera fase de esta iniciativa, hasta que se convierte en un libro convencional. Esto sucede, para cada lector, cuando ha reunido todas las claves que guardan las hojas con los textos y que le posibilitan acceder al libro completo.

• Para acercarse a esta obra se necesita tiempo y verdadera voluntad. Cada parte requiere ser leída en días distintos, porque de una lectura a otra puede haber una separación de varios kilómetros, cuando no de unos cientos.

• En Castilla y León, y sobre todo en el provincia de Valladolid, se concentran la mayoría de los 30 escritos que forman esta primera entrega: La Voz Interior, pero también los hay en Andalucía, Castilla la Mancha y Madrid.

miércoles, 13 de abril de 2011

Ceremonia XXVI - EL HOGAR DEL POETA

Ceremonia XXVI: EL HOGAR DEL POETA


…No busco el silencio profundo, la ausencia absoluta de ruido, ni aislarme en una cámara acústica donde nada altere el sentido auditivo. Donde yo voy hay un rumor ambiental de escasa intensidad, una percepción sonora apenas inteligible, un sonido circular que roza levemente el oído.
Al fondo se oyen a las aves con sus cantos eufónicos, coros celestiales de viento sobre los resquicios del follaje y sobre las separaciones de las ramas y sobre los bordes de las hojas y sobre la oquedad de las rocas.
Este silencio acaricia el paisaje y lo cubre con un manto transparente. Es el mundo de los sentidos poblando el espacio. Me dejo llevar por los trazados de los caminos; cuando me parece adecuado atajo para llegar más directo a la base de los cerros, miro hacia su cima y subo hasta ella para contemplar el horizonte. La fuerza del viento me arranca las palabras que tanto cuesta pronunciar…

Fragmento del libro La voz interior